La dulzainera Elena de Frutos, tocando en Riofrío de Riaza. / Guillermo Herrero
En las próximas semanas voy a presentar mi primer libro, “Riaza, sones y costumbres tradicionales”. Se podría afirmar que este trabajo es el resultado de años de experiencias acumuladas ahondando en algunos aspectos de la cultura tradicional de esta tierra que, a lo largo de siglos, se ha venido manifestando con una serie de músicas, rituales y costumbres que se transmitían de generación en generación como parte consustancial a la vida misma. Mi inquietud por estudiar ese legado y mi trabajo como dulzainera en la comarca Nordeste de
Segovia
, propiciaron en gran medida esa observancia e interés. No en vano, tuve la suerte de conocer muy de cerca las vivencias de quienes bebieron de las fuentes tradicionales que emanaban de los dulzaineros que hace un siglo actuaban en
Riaza
y su zona de influencia. Sobre Agustín Martín Benito "Tío Rusín" (1873-1947) y Frutos Onrubia "Tío Tuerto" (1871-1938) apenas se había publicado nada, pero ellos fueron los intérpretes que desde la última década del siglo XIX hasta poco después de estallar la Guerra Civil, amenizaron con sus sones algunos de los acontecimientos festivos de mayor raigambre de la vida riazana. La mayor parte de las piezas musicales que aparecen en este trabajo se las transmitió el veterano "Tío Rusín" a mi tío Pedro Manrique "el Reino" (1920-2008) ya entrada la década de los 40. A ellos y a sus acompañantes habituales, dedicamos un capítulo de este trabajo a modo de recuerdo y homenaje, no sin antes hacer una breve introducción geográfica e histórica de la villa.
Como exponemos en el capítulo que titulamos: `Memorias de la antigua banda´, desde finales del siglo XIX comienzan a proliferar por toda Europa bandas de música civiles que, en el caso de nuestro país, se van implantando paulatinamente desde los núcleos urbanos a las entidades rurales más importantes, adquiriendo un gran apogeo en las décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo. De esta manera, a finales de 1929 surge la banda de música de
Riaza
, que se mantuvo con el concurso de cuatro directores hasta comienzos de los 60. Subrayamos el papel que en su gestación tuvo el célebre músico cuellarano D. Cecilio de Benito Sánchez (1869-1940), al que el Ayuntamiento
riazano
le encomendó la creación de dicha banda. Hay que destacar el protagonismo que tuvo para la localidad esta agrupación, desplazando en algunos casos a los populares gaiteros antes citados o compartiendo actuaciones con ellos. Hemos querido incluir también alguna de las composiciones que estos músicos interpretaron en sus mejores años, como la jota de
Riaza
o el vals `El Facilito´, que continúa sonando en la procesión del Domingo de Resurrección tras el entrañable canto de las Albricias.
Una de las costumbres que tenía lugar en
Riaza
la víspera de la festividad de la Cruz -el día 3 de mayo-, el Corpus y la Ascensión del Señor, era la de la ronda. Los mozos eran los protagonistas.
Interesantísimos eran los versos que cantaban durante el recorrido por las calles del pueblo, así como el ritual del apagado de las velas para “cobrar los cuartos” y las danzas en honor a la Cruz. De todo ello hablamos en el capítulo dedicado a esta tradicional fiesta que, por su valor etnográfico, no hemos querido dejar en el tintero. Por suerte, el señor Julio Sanz Asenjo (1908-2000), antiguo alguacil de la villa y fiel mantenedor de las costumbres de su pueblo, nos dejó testimonio de todas estas manifestaciones en un almanaque que se publicó en
Riaza
en 1956. Ya entonces se lamentaba de que "estos mozazos de ahora se la habían dejado perder", en alusión a la festividad de la Cruz de Mayo. Y es que esta fiesta, ya dejó de celebrarse en la villa durante la década de los 40 hasta que un grupo de vecinos intentó recuperarla en 1989. Los versos que recogemos en el libro, titulados: `Pasacalles´, `Mandamientos´ y `Desposorios´ constituyen una auténtica joya documental. Nos fueron cedidos una tarde de junio de 2014 por Luis Sanz Sanz, de 78 años e hijo del citado Julio Sanz Asenjo, que previamente los había recogido de su padre. Como nos recordó el también vecino de
Riaza
Francisco Vicente Toledo `Tararí´, auténtico compendio de sabiduría popular a sus 94 años, estos versos dejaron de cantarse al estallar la Guerra Civil. De especial relevancia son los incluidos en el `Pasacalles´, fechados en el siglo XVI o XVII según el historiador
riazano
Juan Antonio Cerezo Estremera y que “hacen alusión a un hombre valiente que se enfrenta a unos bandoleros y estos, admirados, le nombran su jefe”.
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