Grandes faenas de ambos con corte de dos y una oreja, respectivamente • Buenos novillos de Gabriel Rojas • Discretas las faenas de Salvador Vega, Rafael Ayuso y Carlos García.
El protocolario paseíllo del festival taurino de La Granja /P.P.
El festival taurino celebrado ayer en La Granja de San Ildefonso compensó de sobras algunos sinsabores que llevamos tolerando desde hace tiempo, referido a ciertos espectáculos menores donde vale todo a cualquier precio. En el cartel formaban parte tres toreros segovianos, un malagueño y un sevillano. Nada de comparaciones ni prejuicios, simplemente valorar lo que cada cual aportó y en ese aspecto hay que resaltar el toreo fundamental de
Victor Barrio
y Jesús Bayort con dos faenas sublimes, a mi entender.
La plaza registró algo menos de media entrada. Presidió con autoridad José Luis Vázquez, alcalde del Real Sitio. Junto al usía las guapas oficiales de fiestas. El festejo finalizó con el crepúsculo y luces artificiales.
Se lidiaron novillos de la ganadería de Gabriel Rojas, procedencia Carlos Nuñez, de correcta presentación y buen juego en conjunto.
SALVADOR VEGA
Buenos lances y revolera como saludo protocolar con quite por delantales. Doblones por alto y bajo eficaces y hacia las afueras. Novillo algo reticente pero noblote. Muletazos asépticos y desligados, mejor los del pitón izquierdo. Luego se cambian las tornas y por el derecho embiste con boyantía permitiendo al torero desarrollar un buen toreo que se jalea. Molinetes, trincheras y derechazos compendio final y pinchazo y estocada tendida con silencio en filas.
Lidió el sobrero con loables deseos y buenos fundamentos al lancear con apreturas abierto el compás. Muletazos de buen trazo y recorrido por ambos pitones. Se centró en el toreo de mando y temple que fue aplaudido por el cónclave. Mató de estocada siendo ovacionado.
RAFAEL AYUSO
Buenos lances que se cierran con media verónica entre olés. Quite de Barrio por tafalleras y gaoneras alternativas. Por el pitón derecho torea algo comprometido con la distancia ante un novillo de irregular embestida. Algunos pases tuvieron entidad y gustaron al público que lo valoró. Interesantes fases, pocas, de toreo intenso y de calidad. Mató mal siendo silenciada su labor.
VÍCTOR BARRIO
Brindó una faena plena de conceptos válidos y artísticos en el fundamento y sentido de la estética al servicio del toreo de arte. Larga cambiada de hinojos por partida doble. Dos verónicas también rodillas en tierra y después lopecinas y gaoneras. Dos pases cambiados en el platillo del ruedo para proseguir con muletazos en redondo con cadencia, ritmo y plausible ademán de plastificar la suerte. Insiste por ese lado aunque también cuajó por el contrario a base de adelantar el engaño y llevar en todo momento al astado toreado. Pureza en el toreo que matiza cuestiones inherentes con lo sublime por consistencia, brillantez, autoridad dinámica y gusto torero sobre todo. Buena faena en lo artístico y en lo técnico, que ya es decir. Pinchazo, estocada y dos orejas.
CARLOS GARCÍA
Lleva mucho tiempo sin torear y eso lo acusó ante un animal que pedía un toreo mas cercano a lo técnico, cuestión que el de Villacastín no logró solventar. Válidos los lances que se ovacionan. Por el pitón derecho cuaja tal cual muletazo componiendo la figura y tratando de transmitir emotividad. Regular la cuestión y aunque aportó razones y entrega, no alcanzó el nivel deseado. Tres buenos naturales, que conste. Con la espada y descabello mal. Palmas a la voluntad.
JESÚS BAYORT
Es de Sevilla, de El Álamo, es pelirrojo, muy joven y no da una primera impresión de que pueda ser alguien en el toreo. Craso error, porque sencillamente cautivó a la concurrencia con un toreo de alta escuela, de gusto, de duende y de emotividad suprema. De hinojos larga cambiada. Doblones genuflexa la figura y en pie arrogancia, compostura y temple en los bien ejecutados muletazos, un primor, una delicia.
Tiene duende incluso para sumarse al bagaje de arte que aplica en el toreo fundamental. Los olés atronaron el ámbito granjeño. ¡Qué naturales! Significación genuína del toreo cumbre, del mundialmente reconocido como emblemático y universal. Se jalea con inusitada fuerza este alto grado de arte torero al servicio de la causa del entendido aficionado. Meditado, pensado, realizado y culminado. Faena artística rematada de estocada y descabello. Oreja.
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